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Publicaciones > | InfoResources News No 3 / 08 (Agosto 2008)Punto esencial Implementación Investigación Cambio climático y migración: Preparándose para el futuro Se ha registrado un aumento de la migración inducida por causas medioambientales, sobre todo en los países en desarrollo. La expansión de las sequías y de la degradación del suelo, la creciente escasez de agua, las tormentas y las inundaciones, sumadas a la pobreza y a la inestabilidad de las instituciones, son los factores que fuerzan a cada vez más gente a migrar. El profesor Myers, de la Universidad de Oxford, estima que para el año 2050 el número de personas desplazadas como consecuencia del cambio climático habrá llegado a 200 millones –lo que hará de una de cada 45 personas un “refugiado medioambiental.” El término “refugiado medioambiental” es sumamente polémico. En primer lugar, el cambio ambiental raramente es el único impulsor de las migraciones, ya que también las condiciones económicas, sociales y políticas son factores importantes. En segundo lugar, el término ha recibido críticas por ser confuso desde el punto de vista jurídico, ya que quienes abandonan sus hogares debido al deterioro de las condiciones medioambientales no entran en la definición de “refugiado” propuesta en la Convención de Ginebra. Por otra parte, la protección brindada a los refugiados a través de la legislación internacional no se aplica a los refugiados medioambientales. Es así que, actualmente, el término más utilizado para esta categoría es “migrantes medioambientales.” Hasta ahora, la migración inducida por causas medioambientales ha sido un aspecto mayormente descuidado en la política climática. En muchos casos, se la ha percibido erróneamente como un fracaso de los esfuerzos de adaptación y se han realizado evaluaciones negativas. Sin embargo, la migración ha sido siempre una estrategia para reducir la vulnerabilidad de la población. ¿Decide realmente la gente migrar?; ¿cuáles son sus destinos: la ciudad más cercana, un país limítrofe o Europa?; ¿durante cuánto tiempo permanecerá fuera de sus lugares de origen? Éstas son preguntas complejas. A menudo, los segmentos poblacionales más pobres carecen de los medios para migrar. Además, la conducta migratoria diferirá según sea la causa principal que origina la decisión de migrar: ¿migra la población debido a la continua degradación del medio ambiente (por ejemplo, escasez de agua o degradación del suelo) o son los fenómenos extremos, tales como las repentinas sequías, tormentas e inundaciones las causales que determinan la decisión de establecerse en otros sitios? Resulta insuficiente lo que se sabe acerca de cómo se toman tales decisiones como para abordar estos desafíos de manera eficaz. Hay un acuerdo generalizado acerca de que la situación actual requiere una acción a nivel mundial, nacional y también local. Las recomendaciones para la acción presentadas, por un lado, por el Consejo Alemán de Asesoramiento en Cambio Global (WBGU) y, por otro lado, por Henri Boncour, de la Organización Internacional para la Migración (OIM), apuntan en la siguiente dirección:
Los países en desarrollo, particularmente, resultarán muy afectados por la migración entre países y por la migración interna. Esto representa un gran desafío para los países donantes. La implementación de las medidas mencionadas depende del apoyo de éstos, el cual, al mismo tiempo, es el único medio de evitar futuros conflictos. Fuentes: Mayores precios, mayor pobreza Los precios de algunas materias primas alimentarias en los mercados mundiales se han más que duplicado desde 2003. Consiguientemente, productos tales como el arroz o el maíz se han encarecido en forma generalizada, también en los mercados locales de países en desarrollo. Las razones de esta tendencia son múltiples y sus consecuencias son dramáticas. Mientras ciertos agricultores que producen cultivos comerciales se benefician con el aumento de los precios, las masas de desposeídos, que compran la mayoría de los alimentos en el mercado, enfrentan enormes problemas. Para una familia que ya gasta del 60 al 80% de sus ingresos en alimentos, un aumento de los precios de los mismos puede significar ya no poder pagar la renta o la matrícula de la escuela de sus hijos o comprar medicamentos. Así, el Instituto Internacional de Investigación en Política Alimentaria (IFPRI) señala la urgente necesidad de tomar medidas de orden político. La ayuda humanitaria y la postergación de la producción de biocombustibles pueden mitigar la situación a corto plazo. A mediano plazo, debe mejorarse la seguridad social mediante programas de microfinanciación y transferencias de dinero en efectivo. Sin embargo, lo más importante es aumentar la inversión en agricultura sostenible. Según el IFPRI, la mejora a mediano plazo de la infraestructura rural, de los servicios y de las tecnologías podría posibilitar a la población rural de menores recursos beneficiarse como agricultores del aumento de los precios. Fuentes:
Con sus objetivos bastante poco realistas de reducir drásticamente la dependencia de los combustibles fósiles y las emisiones de dióxido de carbono, Estados Unidos y la Unión Europea han desencadenado un boom de los agrocombustibles. En el continente americano, esto ya ha dado lugar a una masiva reorganización del medio rural. Juntamente con Estados Unidos, países como Brasil, Argentina, Colombia, Ecuador y Paraguay están dedicándose a la producción de agrocombustibles a gran escala. Los autores de este artículo señalan que las consecuencias ecológicas son, a menudo, alarmantes: degradación de los suelos, contaminación de los ríos, desmonte de bosques y pérdida de la biodiversidad. Además, la producción de biocombustibles lleva a una concentración de la tierra y del ingreso. Mucha gente esta perdiendo su tierra y su trabajo. Por su parte, la diversificación de la producción agrícola está disminuyendo y cada vez más se hace necesario importar alimentos. Un estudio de caso de la costa sur del Pacífico de Colombia revela de qué manera los grandes productores de aceite de palma están desalojando a la población nativa. Se apoderan ilegalmente de las tierras comunitarias, expulsan a los agricultores de sus explotaciones, incluso habiendo llegado a matar a quienes trataron de resistirse, para lo cual cuentan con la ineptitud o la complicidad del gobierno de Colombia. En una recopilación de artículos marcadamente críticos, el boletín Semillas describe los impactos del boom de los agrocombustibles en Colombia, así como la acción de resistencia de la población que resulta afectada. Fuente: Los Agrocombustibles. Una receta
para un desastre ambiental y el hambre en el Sur. Revista Semillas numero
34/35. Diciembre 2007.
Hoy está surgiendo un nuevo tipo de escasez de agua, causada por una combinación de factores como el cambio climático, una mayor variación en los niveles de precipitaciones y el uso del agua para productos no alimentarios (por ejemplo, bioenergía). Para cuando los alimentos llegan a nuestro plato, mucho ya se ha perdido durante el proceso de producción. Un determinado porcentaje de estas pérdidas también tiene lugar a lo largo de la cadena alimentaria, por ejemplo, durante el almacenamiento, transporte, procesamiento y preparación de los alimentos. De hecho, este desperdicio de alimentos también implica un desperdicio de agua, ya que los cultivos consumen una determinada cantidad del agua necesaria para su maduración. Si queremos reducir el desperdicio en la cadena alimentaria, debemos pensar menos en términos de cantidades y más en el tipo de alimentos que producimos y cómo nos benefician. Esto será difícil de lograr debido a las distancias cada vez mayores entre el consumidor de las ciudades y los sitios donde se producen los alimentos. Además, ciertos actores y segmentos de la cadena alimentaria deberían recibir una compensación o apoyo financiero para invertir en tecnologías o métodos que pudieren contribuir a poner freno al desperdicio y deterioro. Por ejemplo, mejorando las condiciones de almacenamiento de las cosechas, los agricultores podrían no solamente incrementar sus ingresos, sino también mejorar su seguridad alimentaria. Dado que sensibilizar a la sociedad acerca del desperdicio de alimentos y agua es una tarea a largo plazo, se podría comenzar a concientizar a los consumidores acerca de estas cuestiones ya desde una edad temprana, por ejemplo, en la escuela. Fuente: Saving Water: From Field to Fork:
Curbing Losses and Wastage in the Food Chain. Göran Berndes et al.
SIWI, 2008. 29 p.
¿Por qué los países particularmente ricos en recursos naturales tienen, en promedio, un desarrollo más lento? Los investigadores suelen relacionar este fenómeno – conocido como “la maldición de los recursos” – con la corrupción. Por un lado, la disponibilidad de recursos naturales aumenta las oportunidades de obtener ganancias fáciles a través de los contratos de arrendamiento, por ejemplo, sin que el arrendador tenga que proporcionar ningún insumo de trabajo al arrendatario. Este fenómeno se conoce como rent-seeking (búsqueda de renta) y ocasiona costos sociales, ya que se invierte una gran cantidad de conocimientos, tiempo y energía en actividades improductivas, lo que puede ocasionar un lento crecimiento económico. Al mismo tiempo, la riqueza en recursos naturales constituye un incentivo para que los gobiernos recompensen a sus partidarios con rentas procedentes de tales recursos para consolidar su poder. Por otro lado, la corrupción se ha infiltrado también en el manejo de los recursos naturales, por ejemplo, en la negociación de concesiones que definen los derechos de propiedad, los períodos de explotación y la distribución de las ganancias. Esto es particularmente visible en los sectores petrolero y minero, pero también sucede con los recursos renovables, tales como los productos agrícolas, forestales y marítimos. Las instituciones a cargo de la asignación de recursos naturales, así como aquellas que apoyan un proceso democrático de rendición de cuentas pueden contrarrestar la maldición de los recursos y la corrupción asociada a ella. Por lo tanto, los países donantes deberían apoyar a tales instituciones, centrando sus prioridades en combatir el mencionado comportamiento de rent-seeking. Este artículo intenta ser una introducción al tema y no ofrece recomendaciones específicas. Tales recomendaciones, así como más material de lectura, estarán disponibles en forma permanente en el sitio Web del Centro de Recursos Anticorrupción. Fuente: Corruption in natural resource
management – an introduction. U4Brief. Chr. Michelsen Institute.
2008. 4 p.
Las fuentes de madera para energía pueden provenir de residuos de la misma, de plantaciones establecidas expresamente para su producción o de bosques secundarios y especies vegetales menos utilizadas. Sin embargo, la disponibilidad de estos recursos y su potencial para reemplazar al petróleo en el futuro están desigualmente distribuidas a lo largo del mundo. Muchos países en desarrollo dependen de la madera como fuente de energía para calefacción y para cocinar, pero estos recursos se ven a menudo amenazados por la pérdida de la cubierta forestal causada por el aumento de la población. Si bien una gran parte de la electricidad que se consume, por ejemplo, en Brasil, Gabón y Malasia, podría producirse a partir de residuos de madera, esto no sería aplicable en países tales como Tailandia, Colombia y Perú. En los años venideros, las innovaciones tecnológicas podrían contribuir a impulsar la eficiencia energética de los sistemas de producción maderera. Por ejemplo, la eficiencia de conversión de estufas de pellets de madera para la producción de biocombustibles a partir de materiales de celulosa podría alcanzar nada menos que el 80 por ciento. Esta publicación contribuye a enriquecer el debate sobre políticas, abordando no solamente el tema de los combustibles a base de madera, sino también otros temas clave, tales como la resolución de los conflictos por el uso de la tierra. Fuente: Bosques y energía : Questiones
clave. FAO, 2008. 69 p.
La mitad de la población económicamente activa del mundo está integrada por productores agropecuarios, la mayoría de ellos pequeños. Así, un enorme número de personas se gana la vida en sistemas alimentarios locales, produciendo para su propia subsistencia y para los mercados de su zona, generalmente, de manera tradicional. Sin embargo, estos pequeños productores se hallan cada vez bajo mayor presión. Por un lado, la producción de alimentos es crecientemente controlada por unas pocas grandes compañías. Por otro lado, la cooperación para el desarrollo a menudo sostiene la postura de que los pequeños agricultores deberían dejar la actividad y trabajar en otro sector. Los principios que sustentan esta tendencia son propios de una política económica neoliberal. Ante estos hechos, hay un movimiento en crecimiento de agricultores del Norte y del Sur que está exigiendo una reforma radical del sistema para que haya un mayor enfoque en la soberanía alimentaria. Este movimiento sostiene que los alimentos deben ser considerados principalmente como un bien para la alimentación de la población y no como una mercancía. También señala que debe atribuirse mayor importancia al derecho a la alimentación y garantizarse la subsistencia a nivel local y nacional. Otras inquietudes importantes son el uso sostenible de los recursos naturales y la participación política de la población local. Los movimientos de agricultores están adquiriendo creciente importancia en todo el mundo. Este documento transmite la perspectiva de los productores de una manera innovadora a través de citas y material de audio y video. Fuente: Towards food sovereignty: reclaiming autonomous food systems. Michel Pimbert. IIED. 2008. 58 p. www.iied.org/pubs/pdfs/G02268.pdf
La cuestión del género debe ser un elemento esencial en el diseño de las futuras políticas en relación al cambio climático, sobre todo en lo que se refiere a aquellas políticas cuyo objetivo es disminuir las emisiones de carbono o mitigar la pobreza. Este concepto ya ha sido aplicado a algunos aspectos, tales como el suministro de energía, el acceso al agua y la respuesta a catástrofes. Sin embargo, el trabajo y la información relacionados con casi todos los demás aspectos que tienen que ver con el cambio climático –por ejemplo, con la migración ocasionada por el mismo– generalmente han descuidado la cuestión del género. En abril de este año, la Women for Climate Justice Network (Red de Mujeres por la Justicia Climática) lanzó un sitio Web en un intento por resolver esta situación. Como plataforma de información, este sitio describe los conocimientos y capacidades existentes sobre la incorporación del género a los debates sobre política climática, así como los esfuerzos realizados en este sentido. Aunque el sitio Web todavía se halla en una etapa inicial, la diversidad y la calidad de los links y referencias que ofrece son altamente valiosas. Fundamentalmente, el sitio se nutre de los conocimientos de una red mundial de personas e instituciones que trabajan actualmente en el área de género y cambio climático. Se espera que las contribuciones y los artículos en otras lenguas, además del inglés, proporcionen diversidad idiomática al sitio. Fuente: GenderCC – Women for
climate justice. Platform for information, knowledge and networking on
gender and climate change. Preparándose para los desastres La frecuencia cada vez mayor de los desastres naturales exige asignar el carácter de prioridad urgente a la protección de la población que se halla particularmente en riesgo y a la rehabilitación de sus medios de subsistencia. Las medidas adaptadas a los casos específicos son importantes para contrarrestar este problema. Un nuevo equipo de herramientas tiene como finalidad brindar apoyo en este sentido. El equipo diferencia tres pasos: En primer lugar, es importante llevar un inventario de las formas “normales” de existencia y de las actividades de subsistencia en la región afectada, incluyendo información sobre la población, los activos materiales e inmateriales, la situación de los mercados, la economía nacional, etc. El segundo paso consiste en la evaluación de la situación poco despues de la ocurrencia de un desastre, en términos de la gravedad de su impacto, las primeras estrategias para hacer frente al mismo y las posibles fuentes de financiación para las tareas de reconstrucción. Por ultimo, en una etapa posterior, deben evaluarse los impactos del desastre a largo plazo, las posibilidades y capacidades de recuperación a nivel de hogar y de comunidad y el potencial de la economía local. Este equipo de herramientas tiene una estructura modular y puede ser utilizado como un todo o en forma de módulos individuales. Su gran ventaje consiste en que proporciona una guía para la elaboración de una buena síntesis que permita una rápida captación de las prioridades como base para la formulación de proyectos. Sin embargo, el equipo está claramente orientado a las estructuras propias de la ONU, y su implementación requiere conocimientos previos en manejo de proyectos. Fuente: The Livelihood Assessment Tool-kit. Analysing and responding to the impact of disasters on the livelihoods of people. Working draft. Food and Agriculture Organization FAO and International Labour Organization ILO. June 2008. 201 p. www.fao.org/fileadmin/templates/tc/ tce/pdf/Livelihood_Assessment_Toolkit.pdf
Durante los últimos años, la región de influencia del Mercado Común de África Oriental y Meridional (COMESA) ha sido testigo de la disminución de la productividad de su sector agrícola y de un aumento de la inseguridad alimentaria. Para impulsar la competitividad, los países miembros del COMESA firmaron acuerdos para la implementación de diversos programas destinados a coordinar no solamente las políticas agrícolas regionales, sino también la comercialización de productos, el comercio y la explotación de los recursos forestales. Sin embargo, estos países son también conscientes de que una mayor actividad económica lleva consigo el riesgo de la degradación ambiental y de que un crecimiento económico a largo plazo depende del uso sostenible de estos recursos naturales. Este informe lanza una mirada crítica sobre el rol de los productos y servicios forestales, y los desafíos asociados al comercio de los mismos. Enfrentado al gran aumento de la demanda de productos forestales de mercados emergentes como China e India, el COMESA debería analizar y monitorear minuciosamente los términos de sus acuerdos comerciales si desea evaluar el impacto de esta tendencia económica sobre sus recursos forestales. Fuente: Sustainable Trade and
Management of Forest Products and Services in the COMESA Region. Anthony
B. Cunningham et al. CIFOR, 2008. 92 p. Conciliación del aumento de la producción de carne con el desarrollo sostenible En los países en desarrollo hay una demanda cada vez mayor de productos cárnicos y lácteos. Es así que la FAO estima que la producción mundial de los mismos se habrá duplicado para el año 2050. Tal tendencia puede tener consecuencias muy negativas para el medio ambiente. La pérdida de biodiversidad, la contaminación y sobreutilización de los cursos de agua y las emisiones de gases de efecto invernadero son solamente unas pocas de las palabras clave a este respecto. Por lo tanto, son necesarias medidas para promover el desarrollo sostenible tanto en los sistemas intensivos como en los extensivos. Contrariamente a lo que podría suponerse, el boom de la producción ganadera logra mejorar sólo apenas la situación de los segmentos poblacionales de menores recursos. Como consumidores, éstos padecen el aumento de los precios de los alimentos. Como productores, teóricamente, podrían beneficiarse de la demanda en aumento. Tradicionalmente, estos sectores utilizan animales para su propia alimentación, como fuente de ingresos o como medio de tracción a sangre. Sin embargo, las normas sanitarias internacionales que se centran en el origen geográfico de los productos pecuarios bloquean su acceso al mercado internacional. Un mayor enfoque de las normas en la calidad de los productos, por un lado, y el mejoramiento de los servicios veterinarios básicos, por el otro, podrían contribuir a extender los beneficios de la creciente demanda más allá de unos pocos productores en unos países en transición. Fuente: |
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