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Publicaciones > | InfoResources News No 1 / 09 (Febrero 2009)Punto esencial
Políticas Implementación Investigación Las TIC abren nuevas oportunidades para los agricultores de África “A través de mensajes de texto por teléfono celular valuamos nuestros productos todas las mañanas…” “Hemos aprendido a producir, es decir, cultivar adecuadamente y obtener buenos precios…” “Antes, nos pagaban precios de liquidación. Ahora, hemos mejorado aproximadamente un 70 por ciento.” Las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) tienen un gran potencial para promover el desarrollo rural y reducir la pobreza. A través de ellas, la población rural puede obtener acceso a información importante, así como a nuevos mercados y oportunidades de generación de ingresos. Además, las TIC les brindan a los sectores de menores recursos la oportunidad de hacer oír sus inquietudes. Sin embargo, tal potencial de ningún modo ha sido todavía totalmente aprovechado. Si bien la infraestructura en TIC ha tenido un fuerte crecimiento también en África durante los últimos años –especialmente en lo que a telefonía celular se refiere, el nivel de acceso a las TIC en este continente sigue siendo sumamente bajo en comparación con los países europeos. Además, varía ampliamente entre los distintos países de África, así como dentro de ellos. A menudo las TIC siguen siendo desconocidas fuera de los centros urbanos y, particularmente, por la población rural de menores recursos. Es, pues, necesario que los responsables de la toma de decisiones implementen las medidas necesarias para que el potencial de las TIC sea mejor aprovechado. Los autores de un documento dirigido al Africa Partnership Forum proponen, entre otras, las medidas siguientes:
A través de numerosos proyectos, la población rural ya ha podido tener acceso a las TIC. Una forma de lograr tal acceso es mediante el establecimiento de telecentros. En su informe, Ian Howard analiza dos telecentros de Tanzania con historias muy diferentes. Uno de ellos debe su existencia de algo más de diez años, principalmente, a la iniciativa de un autodidacta local, quien construyó la infraestructura paso a paso mediante subsidios financiados por otras actividades y donaciones. Si bien el equipo técnico no es de última generación, hay suficientes conocimientos a nivel local como para asegurar su mantenimiento. En el segundo caso, los donantes externos cooperaron con las autoridades locales para construir un telecentro grande y moderno que cuenta con laboratorio de capacitación, cyber café y estación de radio. Quienes idearon estos proyectos fueron cuidadosos en cuanto a la inclusión de todos los actores desde el mismo inicio al planificar las actividades. Actualmente, hay buenas posibilidades de que el gobierno local provea el apoyo financiero necesario una vez que finalice el proyecto. El informe demuestra que el objetivo puede alcanzarse de diferentes maneras. Sin embargo, también señala las dificultades del manejo de telecentros sin apoyo externo. A pesar de ello, el valor de los telecentros para las comunidades locales es incuestionable: los menores costos de transacción y el mejoramiento de las oportunidades de educación y capacitación son solamente dos de sus muchos beneficios. Es probable que las aplicaciones de la telefonía celular adquieran una importancia particularmente alta en el futuro inmediato. Tales aplicaciones ofrecen muchas posibilidades interesantes para la población rural de bajos recursos, tales como el acceso a datos meteorológicos y de mercados, la posibilidad de recibir consejos sobre temas de salud y la transferencia de dinero. Hay incluso un nuevo invento concebido en India que posibilitará en el futuro la creación de los llamados “VoiceSites” y el acceso a los mismos. Esta “Internet de audio” brindará –especialmente para la población analfabeta– una valiosa oportunidad de acceso a la información y de difusión de sus propios contenidos a un público más vasto. Fuentes: Cuando la conservación significa marginación El comercio de carbono, los pagos por servicios ambientales (PSA) y la certificación son sólo algunas de las modalidades de tipo comercial para la conservación de la biodiversidad. Sin embargo, dada la complejidad y la naturaleza sumamente interactiva de los ecosistemas, la decisión de adoptar un programa de PSA en un determinado lugar puede, en la práctica, dar lugar a conflictos en otros lugares. Esto, que es motivo de preocupación para muchas poblaciones nativas, es también el tema de una nueva publicación de la Coalición Mundial por los Bosques. Para ilustrar esta argumentación, los autores citan un ejemplo tomado de Paraguay, donde, en 2006, la sanción de una ley de valuación y remuneración de los servicios medioambientales debería haber servido para promover la conservación de los bosques y para dar lugar al reconocimiento oficial de los derechos de los pueblos nativos. Sin embargo, la realidad fue bien distinta: tanto las comunidades nativas como las organizaciones de pequeños agricultores fueron mayormente dejadas de lado del proceso de consulta que precedió a la sanción de esta legislación. Además, estas comunidades carecían de derechos, de contactos gubernamentales o de los recursos para llevar a cabo una evaluación del impacto ambiental que la ley les exigía que realizaran antes de hacer cualquier tipo de reclamo referente a PSA. Desde la entrada en vigor de esta ley –que también contó con el apoyo de los conservacionistas– los sectores poblacionales menos favorecidos que son parte integral del ecosistema han sido marginados aún más. Sin embargo, es probable que el nuevo gobierno, que asumió a mediados de 2008, tome medidas para resolver esta situación. Fuente: La vida como mercancía: Impacto de la protección del medio ambiente basados en el mercado de la conservación sobre Pueblos Indígenas, comunidades locales y mujeres. Coalición Mundial por los Bosques. 2008. 94 p. www.globalforestcoalition.org/img/userpics/File/Spanish/Publicaciones/LA-
Para contribuir a lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio, los actuales sistemas de producción deben cumplir tres requisitos: producir lo suficiente para alimentar a una población en aumento, contribuir a la reducción de la pobreza rural y, por último –pero no en orden de importancia– desacelerar e incluso revertir el proceso de degradación de los ecosistemas. El manejo sostenible de la tierra (SLM) es considerado un aspecto importante para el cumplimiento de los mencionados requisitos. El mismo es un proceso basado en el conocimiento y la experiencia que promueve la integración del manejo de la tierra, el agua, la biodiversidad y el medio ambiente. Sin embargo, los métodos de SLM pueden ser complejos y difíciles de implementar, y sus impactos positivos no siempre son fácilmente acomodables al horizonte temporal de la población pobre. Esto hace más importante la exposición y la explicación de las experiencias positivas. Un ejemplo de lo anterior lo constituye una aplicación del “modelo de cuencas comunitarias”, en Kothapally, India, donde la investigación y el desarrollo fueron impulsados por grupos de agricultores a nivel de cuenca, en forma conjunta con miembros de ONG y del gobierno. La producción de cultivos alternativos, los métodos innovadores de control de plagas y otras medidas demostraron ser sumamente exitosos, por lo que fueron reproducidos en otras partes de India, así como en Tailandia, Vietnam y China. Fuente: Sustainable Land Management Sourcebook. Agriculture and Rural Development Series. The World Bank. 181 p. http://siteresources.worldbank.org/EXTARD/Resources/336681-
En un estudio reciente sobre etiquetado ético llevado a cabo por el Instituto para el Desarrollo de Ultramar (ODI) se sostiene que la mayoría de las exportaciones agrícolas de los países en desarrollo pueden ser consideradas buenas para el desarrollo, ya que generan ingresos y empleo en estos países. Sin embargo, los consumidores suelen percibir que el comercio tiene un impacto negativo sobre los productores pobres, sometiéndolos a explotación. El aumento del etiquetado ético que ha tenido lugar últimamente indica que los consumidores están dispuestos a apoyar el desarrollo utilizando su poder de compra. Si bien ya hay muchas etiquetas de certificación del impacto medioambiental, no hay las suficientes que certifiquen el impacto sobre el desarrollo. Los productos con etiqueta de Comercio Justo siguen representando solamente una pequeña proporción del total. Como resultado del estudio, el ODI sugiere una nueva etiqueta de “Bueno para el Desarrollo”, que podría hacer conocer a los consumidores los impactos positivos para el desarrollo que resultan de la compra de muchos productos convencionales de los países del Sur. La nueva etiqueta abarcaría a muchos más productos que los incluidos en los actuales programas de etiquetado y a más productores de los países más pobres, los cuales están actualmente poco representados. Los autores argumentan que tal etiqueta podría generar un sensible aumento de la compra de productos de países en desarrollo, ayudando así a promover el desarrollo económico de los productores pobres. A pesar de los beneficios esperados de la etiqueta propuesta, el futuro deberá demostrar cómo puede realmente implementarse la misma. ¿Hay garantías de que esta etiqueta tendrá un impacto positivo sobre el desarrollo?; ¿cómo se monitoreará tal impacto?; ¿cómo contemplará la nueva etiqueta la necesidad de sostenibilidad ambiental? Estas y otras preguntas deberán ser consideradas. Fuente: A Review of Ethical Standards and Labels: Is there a gap in the market for a new ‘Good for Development’ label? Karen Ellis and Jodie Keane. ODI Working Paper n. 297. 2008. 59 p. Overseas Development Institute, London (ODI). www.odi.org.uk/resources/odi-publications/ working-papers/
Alrededor del 20 por ciento de la población mundial utiliza el 80 por ciento del total de los recursos. Al mismo tiempo, hay cada vez más gente que consume más de lo que necesita para cubrir sus necesidades básicas. A través del Proceso de Marrakech, la comunidad internacional está buscando una mayor sostenibilidad del uso de los recursos y de los patrones de producción asociados. A pesar de que se están llevando a cabo muchos esfuerzos innovadores, por ejemplo, en producción ecológicamente eficiente, reciclaje y manejo de residuos, tales esfuerzos siguen siendo, a menudo, fragmentarios. Un avance a gran escala sólo puede lograrse sobre la base de programas nacionales coherentes que promuevan patrones de consumo y producción sostenibles y que estén coordinados con estrategias nacionales de desarrollo y reducción de la pobreza. Hasta ahora, sólo treinta países han implementado tales programas; entre ellos, Etiopía, Senegal, el Reino Unido y Finlandia. En estos lineamientos, el UNEP describe un proceso a través del cual los países puedan desarrollar una estrategia coherente. Este proceso se divide en diez pasos, desde la planificación hasta el desarrollo, la implementación y el monitoreo. Los lineamientos recomiendan que los programas se desarrollen sobre una base participativa y que tengan objetivos claros. La experiencia de diez estudios realizados en distintos países revela que los mayores desafíos residen en la implementación de los programas y no en su desarrollo. Si bien las campañas de educación y concientización son necesarias, las mismas no son suficientes. También las políticas impositivas, de formación de precios y de subsidios deben contribuir al objetivo de lograr el consumo y la producción sostenibles. Fuente: Fuente Planning for change: guidelines for national programmes on sustainable consumption and production. United Nations Environment Programme (UNEP). 2008. 104 p. www.unep.org/pdf/UNEP_Planning_for_change_2008.pdf (resumen también en español)
En diciembre de 2008 se celebró en Poznan, Polonia, la 14ª Conferencia de las Partes de la UNFCCC (COP 14). ¿Cuál es la importancia de estas conversaciones para la cooperación para el desarrollo? Los principales temas en cuestión son la futura elegibilidad de las opciones de mitigación de las emisiones de gases de efecto invernadero en la agricultura, silvicultura y otros usos de la tierra (AFOLU), las opciones de transferencia de tecnología y los mecanismos de promoción de la adaptabilidad y la reducción de riesgo de desastres en los países en desarrollo. El sector AFOLU es responsable del 30 por ciento de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. A la vez, más del 60 por ciento de estas emisiones provienen de los países en desarrollo. En lo que se refiere a las opciones de mitigación en este sector, se le ha prestado mucha atención a la reducción de emisiones procedentes de la deforestación y de la degradación de los bosques (REDD) y al uso de biocombustibles. Las conversaciones se centraron en aspectos metodológicos, definiciones básicas, monitoreo de la reducción de emisiones y aseguración de la participación de la población nativa y local. Un menor grado de atención se le prestó a la simplificación de los proyectos forestales en el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL). Por último, otras opciones de mitigación en el sector agrícola, tales como el manejo del ganado y del suelo, el mejoramiento del carbono y la reducción de las emisiones, no fueron tratadas en absoluto. Las Partes acordaron diseñar una nueva legislación climática, que será lanzado durante la COP 15, a celebrarse en 2009 en Copenhague. Es de importancia clave que las prioridades de desarrollo sean incluidas de manera coherente en tal régimen. Información: Éxitos en la agricultura sostenible en Etiopía El proyecto Tigray fue lanzado hace 12 años en Etiopía con el objetivo de rehabilitar ecosistemas y, de tal modo, incrementar de manera sostenible la producción agrícola y crear medios de subsistencia más estables para los pequeños productores. La participación activa y la cooperación de agricultores, investigadores, expertos y agentes de extensión locales hizo que el proyecto resultara sumamente exitoso, estimulando al gobierno a iniciar actividades similares en otras regiones. La sostenibilidad del proyecto Tigray fue garantizada gracias a la visión integral de los espacios naturales. La conservación de la biodiversidad, la diversificación de cultivos, los métodos de producción y el uso de insumos disponibles en la zona, tales como abonos orgánicos, fueron elementos clave del abordaje adoptado. Asimismo, los participantes crearon métodos innovadores de manejo del agua que contribuyeron al mejoramiento del suelo. Los aspectos sociales tampoco fueron descuidados: las medidas adaptadas a los compradores locales, juntamente con las oportunidades de capacitación, ayudaron a las mujeres a obtener mayores beneficios de sus campos y a aprovechar fuentes de ingreso alternativas. Esta publicación brinda una gran cantidad de información interesante acerca de los diversos componentes del proyecto. Sin embargo, el lector casi no hallará en ella información sobre las dificultades o los problemas que deberían considerase a la hora de reproducir el proyecto en otro lugar. Fuentes:
La expansión agrícola, particularmente el boom de la soja y la palma aceitera, plantea actualmente una amenaza mayor a la preservación de los bosques tropicales que la propia explotación maderera. Además, esta nueva ola de deforestación y las consiguientes emisiones de carbono contribuyen a las impredecibles consecuencias del cambio climático. Este folleto del WWF utiliza gráficos, fotografías, mapas, artículos e informes personales para brindar recomendaciones acerca de cómo nosotros –los consumidores– podemos elegir de una manera más responsable. Un ejemplo tomado de Paraguay revela que la moratoria de conversión forestal de 2004 ha frenado la deforestación, pero no en detrimento de un aumento de la producción de soja. Para preservar a los bosques, mecanismos económicos alternativos como los pagos por servicios ambientales (PSA) compensan a los terratenientes locales que producen según principios ambientales definidos y penalizan a aquellos responsables de la tala de árboles. Sin embargo, como también lo revela el artículo “Cuando la conservación significa marginación”, la realidad tiende a ser más compleja y suele prestársele poca atención al hecho de que algunas medidas de conservación pueden, de hecho, afectar de manera negativa los medios de subsistencia de determinadas poblaciones. Fuente:
El taller “Tenencia y Derechos de Acceso en el Manejo Descentralizado de los Recursos Naturales en el África Subsahariana” (Bamako, 2008) contó con la asistencia de unos cuarenta participantes de diversos países, entre ellos, Malí, Níger y Burkina Faso, y de los más diversos sectores. Los participantes intercambiaron experiencias e información sobre las mejores prácticas y medidas para delegar la responsabilidad del manejo de los recursos naturales forestales en la región. Las visitas de campo a un colectivo local (comunidad) y a un mercado de maderas pusieron de relieve la importancia de las prácticas dirigidas por la comunidad, tales como los mecanismos para evitar y manejar los conflictos que surgen del uso de los recursos naturales. La experiencia revela que aún no existe un reconocimiento legal o institucional de los derechos de las comunidades locales y de sus mejores prácticas en relación con el manejo sostenible de tales recursos. Además, se vio una frecuente ausencia de respeto de los derechos humanos fundamentales. El taller y, en particular, los grupos de trabajo, identificaron cuáles deberían ser las futuras prioridades. Se crearon planes de acción para cada país con respecto a la armonización de los documentos oficiales sobre descentralización y delegación de poder. Estos incluirían el aprovechamiento de la experiencia local –incluyendo los colectivos– en el proceso legislativo, aplicando las disposiciones legales en materia de delegación de la responsabilidad del manejo de los recursos naturales y respetando los derechos de los usuarios de los mismos. Fuente:
Las imágenes satelitales de alta definición escapan al presupuesto de los proyectos de desarrollo que cuentan con fondos limitados, los que raramente disponen de fotografías aéreas georreferenciadas de un área determinada. Aún en los casos en los que este servicio puede ser proporcionado por empresas privadas de percepción remota, el mismo suele no ser de última generación. Por lo tanto, las instituciones de planificación a nivel de comuna, distrito o provincia se ven obligadas a arreglárselas con mapas topográficos y temáticos desactualizados. Hoy, un método técnicamente simple y, al mismo tiempo, con una buena relación costo-beneficio ofrece la posibilidad de obtener fotografías aéreas actualizadas y de buena calidad. El equipo técnico incluye un pequeño globo aerostático de hidrógeno, al cual lleva adosados una cámara digital con GPS, y un software de percepción remota para el georreferenciamiento de las imágenes. Esta guía describe el procedimiento paso a paso, mediante textos e ilustraciones. La pregunta acerca de cuán bien pueden los aficionados manejar este equipo en la práctica no es de fácil respuesta. El método es bien ilustrado sobre la base de dos ejemplos de su uso en Camboya. La descripción resulta convincente debido a que los autores también exponen claramente las limitaciones del método. Por ejemplo, el mismo no es apropiado para imágenes catastrales que requieran una precisión de menos de 1 metro ni para terrenos de topografía compleja con marcadas diferencias de altitud. En general, el método es útil para la planificación adaptable y el monitoreo permanente, ya que permite una fácil actualización de los datos espaciales. Fuente: Evaluación y prevención de riesgos medioambientales en Centroamérica América Central se halla particularmente expuesta a fenómenos naturales extremos. Con la mayoría de su población viviendo en condiciones precarias, tales fenómenos se convierten en catástrofes, causando graves pérdidas en vidas humanas y medios de subsistencia. La magnitud de los riesgos es alarmante, lo cual se evidencia en el hecho de que el 6 por ciento de los huracanes del Atlántico azotan las costas de Honduras y Nicaragua y de que la capital de El Salvador ha sido destruida por terremotos 17 veces en épocas recientes. Un libro publicado por la Universidad de Gerona, España, brinda información detallada acerca de la naturaleza de estos riesgos y sus consecuencias. Los autores llegan a la conclusión de que los países de la región todavía no han creado mecanismos de prevención y mitigación adecuados. En base a ello, exhortan a los gobiernos y a la sociedad a desarrollar un amplio marco conceptual y práctico de prevención y mitigación de riesgos. Recientemente, PRISMA, una organización civil salvado-reña, se manifestó en favor de una estrategia de adap-tación al cambio climático con el objetivo puesto en el manejo del riesgo ambiental. La adaptación se centra en la capacitación, en la diversificación de los medios de subsistencia y en la creación de la adaptabilidad necesaria para hacer frente a los desafíos del manejo de riesgos medioambientales. Tal adaptación va más allá de aquellos mecanismos que involucran a los mercados y exige un abordaje más amplio que abarque aspectos sociales, ambientales y territoriales. Fuente: Evaluación y Prevención de Riesgos Ambientales en Centroamérica, P. Andrés y R. Rodríguez (Ed.) 2008. www.creaf.uab.es/propies/pilar/LibroRiesgos/ |
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