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Publicaciones > | InfoResources News No 1 / 08 (Marzo 2008)Punto esencial Implementación Opinión del experto El manejo sostenible de los recursos fortalece a la sociedad civil Los países del sudeste europeo rememoran dos décadas signadas por múltiples acontecimientos. Las guerras en los Balcanes y un difícil y lento proceso de transición de sistemas centralmente planificados a la democracia y la economía de mercado han dejado su impronta en la región. El objetivo de todos estos países ha sido, y sigue siendo, ponerse a tono, política y económicamente, con el resto de Europa. Estos cambios también han afectado el manejo de los recursos naturales en la región. Antes, el mismo era regulado por políticas sectoriales centralizadas que no dejaban lugar a la efectiva participación de la población local en los procesos de planificación y toma de decisiones. Actualmente, la agricultura y la silvicultura siguen siendo factores económicos importantes en estos países, los cuales, además, son ricos en bellos escenarios naturales y poseen una gran biodiversidad. Sin embargo, los recursos naturales se hallan bajo una presión cada vez mayor. Una causa de ello es el aumento de la intensificación de la producción; otra, la marginalización de las áreas rurales, la cual se debe, en parte, a los cambios en la división política que tuvieron lugar luego de las guerras. La transición y la construcción de la paz llevaron a la región nuevas oportunidades para promover el uso sostenible de los recursos. La Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE) comenzó desde una etapa inicial a colaborar con las organizaciones locales para apoyar el proceso de transición. Además de la conservación de los recursos naturales, los proyectos también han tenido como objetivo consolidar la democracia y las estructuras descentralizadas. Por ejemplo, en Bulgaria, la COSUDE ha desempañado una labor activa desde 1995 a través de proyectos para promover la agricultura orgánica, la silvicultura y la conservación de la biodiversidad. Desde el año 2000, también ha brindado apoyo a tres proyectos interfronterizos para la utilización de los recursos naturales compartidos por distintos países. Al mismo tiempo, tales proyectos están concebidos para fomentar el desarrollo socioeconómico de las poblaciones locales. Las actividades de la COSUDE han sido examinadas a través de dos exhaustivas revisiones con el objetivo de capitalizar la experiencia adquirida. Las tres “lecciones aprendidas” que se describen a continuación parecen ser particularmente significativas:
Los autores llegan a la conclusión de que los proyectos de largo plazo para el manejo de recursos son instrumentos adecuados para apoyar los procesos de democratización y descentralización. Las experiencias bien documentadas adquiridas durante las actividades de la COSUDE en el sudeste de Europa pueden resultar provechosas para proyectos similares en otros países en transición. Fuentes: Mercados formales y voluntarios de emisiones de carbono Durante los últimos ocho años se ha visto el surgimiento de un mercado de emisiones de gases de efecto invernadero y de mecanismos para disminuir los costos de reducción de tales emisiones, así como una mayor cooperación entre los países en esta área. Todas estas tendencias tienen su origen en el Protocolo de Kyoto. Juntamente con este mercado formal, durante los últimos dos años se ha desarrollado gradualmente un mercado voluntario. Como su nombre lo sugiere, éste se centra en la participación voluntaria de actores no asociados ni obligados por regulaciones específicas. Este segmento comprende a instituciones, gobiernos y personas que compensan sus emisiones invirtiendo en proyectos de reducción de las mismas. Si bien la literatura sobre este tema es escasa, aquí se presenta un informe en el que se sostiene, basado en la evidencia, que el mercado voluntario es más flexible en lo que se refiere a objetivos de desarrollo sostenible. Como consecuencia de ello, los proyectos forestales son muy populares gracias a ventajas tales como los servicios de ecosistemas, la conservación de la biodiversidad y los beneficios a la comunidad. Sin embargo, no todas son buenas noticias. El informe señala que los proyectos de este tipo son blanco de polémica, particularmente aquellos que involucran plantaciones forestales de gran escala, debido al hecho de que pueden afectar la capacidad de las comunidades locales de utilizar estos recursos y liberar carbono almacenado en caso de incendio, tala ilegal u otro tipo de daño. Fuente: The voluntary carbon offsets market: An analysis of market characteristics and opportunities for sustainable development. Elizabeth Harris. IIED, 2007. 29 p. www.iied.org/pubs/pdfs/15507IIED.pdf
La Unión Europea planea incrementar la proporción del uso de biocombustibles en los medios de transporte sobre el total de combustibles utilizados del 1% actual al 10% para el año 2020. Sin embargo, la UE está lejos de poder producir las enormes cantidades de etanol y biocombustible que se necesitan para lograr tal objetivo. Por lo tanto, su declaración ha desencadenado una verdadera puja en los países en desarrollo para satisfacer la demanda europea. Mientras Malasia e Indonesia tienen planeado un rápido aumento de la producción de aceite de palma, Brasil se ha propuesto impulsar la producción de caña de azúcar. Por su parte, Sudáfrica, Tanzania y Mozambique están haciendo planes para participar en el comercio de biocombustibles. Oxfam señala que estas estrategias de expansión frecuentemente han tenido consecuencias desastrosas para la población rural de menores recursos. Muchos agricultores están siendo desplazados de sus tierras y, a menudo, son forzados a trabajar en plantaciones en situaciones similares a las de esclavitud. Otros son presionados a firmar contratos leoninos con grandes compañías de biocombustibles por los cuales deben producir en condiciones desventajosas. Además, el aumento de los precios de los alimentos debido a la competencia por recursos naturales limitados agrava aún más la presión sobre los pobres. En conclusión, los autores exhortan a la UE a priorizar la sostenibilidad por sobre el objetivo mencionado de llegar al 10% de utilización de biocombustiles y a definir normas sociales efectivas para éstos, además de las normas medioambientales. Debe impedirse que el boom de los biocombustibles lleve a un aumento de la pobreza en los países en desarrollo. Fuente: Amenaza biocombustible: Por qué
el objetivo de consumo de biocombustibles de la UE puede ser negativo
para las personas pobres. Nota informativa de Oxfam. Oxfam International,
2007. 14 p.
La Unión Europea se halla en el proceso de celebración de los llamados Acuerdos de Asociación Económica (EPA) con los 78 países de África, el Caribe y el Pacífico (países ACP). El objetivo de estos acuerdos es lograr una amplia liberalización del comercio entre los países signatarios. Los autores de este trabajo documentan experiencias de iniciativas de liberalización lanzadas por el FMI y el Banco Mundial en Uganda, Zambia y Ghana, y demuestran que las consecuencias que cabe esperar para los pequeños campesinos son negativas. Por un lado, frecuentemente, éstos no pueden beneficiarse de un mayor acceso al Mercado de la UE, puesto que aunque ya no tengan que pagar aranceles, apenas pueden cumplir con los altos estándares técnicos que impone la UE para los productos que importa. Además, la pobre infraestructura rural con que cuentan los pequeños agricultores constituye un obstáculo adicional para su acceso a los mercados. Por otro lado, los agricultores experimentan el impacto negativo de la apertura de los mercados de los países ACP a los productos de la UE. Las importaciones de productos europeos subsidiados amenazan la posición de los productores y procesadores locales en el mercado interno. Al mismo tiempo, los países de África pierden importantes ingresos debido a los aranceles a las importaciones, lo que les deja menores recursos financieros para subsidiar los insumos agrícolas y para programas de apoyo a los sectores de bajos recursos. Según los autores, solamente podrán introducirse regulaciones comerciales equitativas para la UE y para los países en desarrollo, una vez que éstos hayan podido mejorar su situación económica general. Fuente: Impact of EU’s agricultural
trade policy on smallholders in Africa. Kerstin Bertow and Antje Schultheis.
Germanwatch. October 2007. 66 p. Compensación a los agricultores por servicios medioambientales Los agricultores de todo el mundo están produciendo cada vez más alimentos. Esta producción en aumento va en creciente detrimento de recursos naturales como el agua o la biodiversidad, y del clima. Hasta ahora, se había pagado a los agricultores principalmente por los alimentos que producen, pero raramente por los servicios que contribuyen a mejorar la condición de los recursos naturales. A pesar de ello, hay una demanda en aumento de tales servicios. Esto se refleja en la cantidad cada vez mayor de proyectos para establecer pagos por servicios medioambientales (PSA). Por ejemplo, en China, el Estado compensa a los agricultores por plantar árboles en tierras degradadas, y, en México, empresas privadas pagan a las comunidades rurales para que reemplacen la agricultura por la producción agroforestal, de manera de compensar las emisiones de dióxido de carbono que las propias empresas generan. Sin embargo, los autores revelan que los programas de PSA no benefician automáticamente a la población rural. No siempre es fácil para los agricultores, individualmente, determinar si un cambio en los métodos de producción será económicamente redituable. Por otra parte, la deficiente información, la falta de tecnologías y de una situación legal regularizada de los agricultores pueden representar mayores obstáculos para la incorporación de nuevas prácticas. Además, los programas de PSA pueden dar lugar a una disminución de los salarios o a un aumento de los precios de los alimentos –circunstancias que son particularmente duras para los pobres. Todas estas cuestiones deben tenerse en cuenta a la hora de elaborar proyectos. Fuente: El estado mundial de la agricultura y la alimentación 2007. Pagos a los agricultores por servicios ambientales. Colección FAO: Agricultura N° 38. FAO. 2007. 255 p. www.fao.org/docrep/010/a1200s/a1200s00.htm
La vulnerabilidad cada vez mayor de la población se ve agravada por fenómenos meteorológicos extremos y por la incertidumbre adicional que genera el cambio climático. Esto suele traducirse en mayor trabajo para las organizaciones humanitarias. Enfrentada a este desafío, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja ha elaborado una guía conjunta para el intercambio de experiencias de los últimos cinco años de más de cuarenta Sociedades Nacionales en esta área. Según Tony Vaux, de Oxfam, “la gente necesita de la información tanto como del agua, los alimentos, la medicina o la vivienda”. Este reclamo se repite en dos capítulos de la guía que trata específicamente de cómo entrar en diálogo con la población y hacerle conocer los riesgos climáticos. Las Sociedades Nacionales se capacitaron primero por ellas mismas, pasándose luego a la promoción del diálogo entre gobiernos, autoridades locales, oficinas meteorológicas universidades, ONG y la sociedad civil. Ellas elaboran listas de control y una exhaustiva serie de pasos a seguir para iniciar el diálogo a estos diferentes niveles. Las Sociedades Nacionales también contribuyen con la introducción de medidas preventivas, sistemas de alerta temprana, viviendas resistentes a las tormentas, plantación de árboles y planes de evacuación. Fuente: Climate Guide. Red Cross, Red Crescent.
2007. 137 p. www.proventionconsortium.org/themes/default/pdfs/
En todo el mundo la agricultura esta confrontada con los desafíos ecológicos, socioeconómicos y tecnológicos cada vez mayores. Todos los actores están cada vez más de acuerdo en que estos desafíos solamente podrán superarse si la producción es concebida para ser sostenible. Si bien hay muchos conocimientos sobre el tema, ponerlos en la práctica no siempre es fácil. Es aquí donde los indicadores mensurables juegan un rol importante. Los indicadores de sostenibilidad proporcionan a los agricultores pautas acerca de cómo podrían optimizar su producción y lograr un perfil más definido frente a consumidores con sensibilidad ecológica. Quienes diseñan las políticas pueden usar indicadores para definir criterios para el pago por servicios medioambientales. Por su parte, la industria puede consultar los indicadores para el mejoramiento de la calidad de los productos y para la evaluación de riesgos. Ya existe un amplio rango de metodologías para la medición de diversos indicadores de sostenibilidad agrícola. Para que un método cualquiera pueda llegar a ser establecido, el mismo deberá ser holístico, fácilmente aplicable y rentable para el productor, así como políticamente efectivo. El Foro Internacional de Evaluación de la Sostenibilidad en la Agricultura (INFASA) se ha fijado el objetivo de promover y coordinar la aplicación y ulterior desarrollo de metodologías de medición de la sostenibilidad. El informe del primer simposio del INFASA ofrece un panorama general interesante de los métodos y experiencias en una amplia diversidad de escenarios. Fuente: Sustainable Agriculture: From
Common Principles to Common Practice. Fritz J. Häni, László
Pintér and Hans R. Herren (Eds.). Proceedings and outputs of the
first Symposium of the International Forum on Assessing Sustainability
in Agriculture (INFASA), March 16, 2006, Bern, Switzerland. International
Institute for Sustainable Development and Swiss College of Agriculture.
2007. 262 p. Las empresas forestales comunitarias (EFC) tienen un gran potencial para promover el desarrollo en países productores de maderas tropicales que suelen ser de alto valor. Dado que los estudios existentes se centran solamente en unos pocos países y regiones específicos, la Organización Internacional de Maderas Tropicales encargó un informe de amplio alcance sobre el tema. Los segmentos del mercado accesibles para las EFC varían enormemente. Por ejemplo, las EFC de México y Guatemala tienen acceso al mercado de maderas de alto valor para mueblería y decoración, así como de maderas para la construcción. Sin embargo, para las EFC de regiones tropicales más remotas, como en el caso de Brasil y Bolivia, la explotación sólo es económicamente viable si se procesan maderas de alto valor. El impacto de las EFC también varía considerablemente. En Camerún, los ingresos provenientes de la venta de madera podrían reinvertirse en vivienda, agua, servicios sanitarios y electricidad. Por su parte, en Tanzania, los ingresos anuales deberían permitir que el grupo de conservación forestal finalmente pueda independizarse de donantes. Sin embargo, el crecimiento de las CFE en los países tropicales dependerá de su capacidad de superar obstáculos tales como los problemas de acceso a los mercados, y ni qué decir de la inseguridad de los derechos de tenencia y uso. Fuente: Empresas Forestales Comunitarias
en Países Forestales Tropicales: Situación Actual y en Potencia.
Augusta Molnar… [et al.]. OIMT, 2007. 102 p. www.rightsandresources.org/library/publications/
Aún cuando en los Objetivos de Desarrollo del Milenio no se menciona explícitamente a la energía, es un hecho ampliamente reconocido que su producción, suministro y consumo sostenibles son muy importantes para el logro de estos objetivos. La iniciativa WISIONS apoya proyectos innovadores y sostenibles en el sector energético. Cinco de ellos son presentados en este folleto. Estos proyectos cubren una amplia diversidad de áreas de aplicación, desde sistemas de carga de teléfonos celulares en Namibia y cocinas que ahorran energía para vendedoras ambulantes en Filipinas hasta sistemas combinados para cocinar y calentar agua en regiones montañosas de la India. En todos los ejemplos, la sostenibilidad se logra mediante una adecuada adaptación a las necesidades y el medio ambiente locales. La baja dependencia financiera posterior a la etapa de puesta en marcha y la buena comunicación constituyen otros factores de éxito. En contraste con ello, las dificultades pueden diferir sensiblemente de un caso a otro. Un ejemplo lo constituye el hecho de que las vendedoras ambulantes de Filipinas no están inscriptas ni cuentan con autorización para trabajar, lo que las hace vulnerables y propensos a la corrupción. Esta presentación concisa y bien estructurada brinda un buen panorama general en un vistazo. También ofrece una lista de direcciones de contacto para que los lectores interesados pueden obtener información más detallada. Fuente: Sustainable Energy for Poverty
Reduction. PREP Brochure No 10. Wuppertal Institute for Climate, Environment
and Energy. 2007. 16 p.
El objetivo de este análisis del impacto del Programa de Apoyo a la Silvicultura Social 1994–2002 (SFSP) realizado cinco años después de su finalización es doble. En primer lugar, el gobierno de Vietnam intenta reformar la educación en todos sus niveles. Para tal objetivo, los métodos de enseñanza innovadores creados por el SFSP podrían servir como modelo. En segundo lugar, en Suiza, los ciudadanos y los políticos exigen resultados tangibles que puedan utilizarse como respaldo en los debates acerca del impacto de la cooperación para el desarrollo. Se utilizó una variedad de métodos analíticos, incluyendo grupos de debate y “relatos” para reunir la opinión de los numerosos participantes del proyecto. El equipo de investigación descubrió que la elaboración de un plan de estudios participativo, una metodología de enseñanza centrada en el educando y el desarrollo participativo de tecnologías han contribuido a la formación de un capital humano que posee no solamente los conocimientos y capacidades pertinentes, sino también una actitud responsable y apropiada. Generalmente, estas personas se han convertido en catalizadores del desarrollo social en el país y siguen contribuyendo más específicamente al desarrollo de la silvicultura social. Los análisis del impacto de los proyectos de desarrollo deberían llevarse a cabo con mayor frecuencia, ya que sus hallazgos podrían ayudar a afinar la orientación de la cooperación para el desarrollo. Fuente: Impact analysis five years after
the end of the phase. Social Forestry Support Program Vietnam (SFSP),
1994–2002. 2007. 31 p. Reforma del sector de recursos hídricos en Kenia: las primeras experiencias son positivas En 1999, luego de dos años de negociaciones, Kenia adoptó una nueva política de recursos hídricos que introdujo varias innovaciones importantes. Esta política adoptó un abordaje integrador, incorporando al diálogo sobre el tema a todos los ministerios pertinentes. El Ministerio de Recursos Hídricos ya no es más una agencia de servicios directos, sino que desempeña una función de coordinación y apoyo. Se ha descentralizado la toma de decisiones y se tienen en cuenta los intereses de las comunidades locales, así como los de las mujeres. El objetivo es lograr un desarrollo de los recursos hídricos que sea ecológicamente sostenible y que contribuya a reducir la pobreza. El proceso participativo que comenzó con el lanzamiento de esta política y que dio lugar a la implementación de la nueva estructura descentralizada en 2005 planteó un gran desafío a todos los actores involucrados. Sin embargo, el nuevo escenario político de ese entonces favoreció el proceso de reformas, tal como lo explica en una entrevista con InfoResources el Secretario Permanente del Ministerio de Recursos Hídricos y Riego, Mahboub Maalim. Si no hubiera sido por el nuevo gobierno que asumió en 2002 y que estuvo abierto al cambio, la reforma difícilmente se podría haber implementado de una manera tan estricta. A dos años del establecimiento de las estructuras descentralizadas, Mahboub Maalim ve los primeros efectos positivos. El sector está funcionando de manera más eficiente y tiene una capacidad de reacción más rápida ante las inquietudes de la población. Las comunidades participan en el manejo del agua y los usuarios contribuyen financieramente al sector según una estructura de tarifas graduales. En el otoño de 2007, Maalim confiaba en que las nuevas estructuras fueran lo suficientemente estables como para persistir en un contexto político diferente. Antes de lo esperado, el momento ha llegado para comprobarlo. Fuente: Interview with Mahboub Maalim,
Permanent Secretary of the Ministry of Water and Irrigation, Kenya. InfoResources,
Sept. 2007. 5 p. |
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